La última revolución: La insurrección sandinista y la guerra fría interamericana (Reseña)

El libro de Gerardo Sánchez Nateras utiliza diversos archivos centroamericanos para presentar alternativas a las narrativas dominantes sobre la revolución nicaragüense.

September 23, 2024

 

Gerardo Sánchez Nateras, La última revolución: La insurrección sandinista y la guerra fría interamericana. (Mexico City: Secretaría de Relaciones Exteriores, 2022)

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Alain Rouquié sostiene que la Revolución Sandinista de 1979 fue la entrada de América Central en la actualidad planetaria. Exageración seguramente discutible, lo cierto es que la importancia histórica y política de este hecho no se ha visto acompañada por una reflexión académica de similar magnitud. La tradición de la Guerra Fría parece seguir moldeando los acercamientos a la cuestión. De un lado del espectro político, la “historia de bronce” de las numerosas memorias de comandantes guerrilleros: heroísmo, audacia, y sacrificio. Del otro, la historiografía tradicional heredera de la Guerra Fría, repleta de lugares comunes sobre el fantasma del comunismo internacional y la tutela cubana sobre la izquierda continental. En ambas perspectivas, la agencia colectiva de múltiples actores, nicaragüenses y trasnacionales, se ve subordinada a relatos preestablecidos ajenos a la evidencia.

Precisamente en la búsqueda de superación de dichos silencios se instala la reciente producción académica del profesor del CIDE Gerardo Sánchez Nateras quien, a partir de una innovadora revisión de fuentes, argumenta exitosamente alternativas a dichos relatos mayoritarios. En contra de las memorias apologéticas de la comandancia sandinista, usualmente enfocadas en destacar la importancia de la unidad popular, el autor permite evidenciar la crudeza de la rivalidad de las facciones internas del Frente Sandinista. Así, se destaca como Guerra Popular Prolongada (GPP), Tendencia Proletaria y terceristas solo alcanzarán acuerdos mínimos de unidad en el mismo 1979, en vísperas de la victoria final. La memoria heroica de los grandes combates guerrilleros se ve reemplazada en esta obra por la audacia diplomática—particularmente de la facción tercerista—que logró la movilización política de un importante sector de las élites económicas nicaragüenses y la conformación de una amplia coalición contra Somoza dentro del concierto latinoamericano del momento.

La diplomacia tercerista merece un lugar destacado dentro de la investigación de Sánchez Nateras. Esta tendencia guerrillera logró en muy breve tiempo consolidar una robusta política de alianzas que incluía a la burguesía antisomocista y a la izquierda cristiana en el frente interno, y a un variopinto conjunto de apoyos internacionales que trascendían a América Latina e incluían a la socialdemocracia europea, al servicio exterior búlgaro y a gobiernos de “tercera posición” como los de Gadafi en Libia o Hussein en Irak.

De otro lado, frente a los relatos habituales de la Guerra Fría, la obra de Sánchez Nateras permite conocer tanto las vicisitudes de la administración Carter ante la situación en Nicaragua—donde su apuesta por la no intervención permitió un resultado no deseado: una segunda revolución latinoamericana—, así como la relativa independencia de los sandinistas frente al Departamento América del Partido Comunista de Cuba y sus frías relaciones con varias de las guerrillas de países centroamericanos.

Es de destacar que el sustento de la argumentación del trabajo de Sánchez Nateras está en su acertado manejo de fuentes primarias novedosas. El autor da un amplio uso a los archivos centroamericanos de la Secretaría de Estado de los EE.UU., recientemente desclasificados y disponibles en el repositorio de los National Security Archives de la Universidad George Washington. Asimismo, recurre ampliamente al Archivo Histórico “Genaro Estrada” de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México y a los archivos generales de Nicaragua y Costa Rica. De esta manera, la reconstrucción de este particular periodo de la historia regional obedece al mandato de la más reciente generación de investigaciones sobre la Guerra Fría en América Latina: narrar esta desde la misma América Latina, de sus fuentes, y de la agencia de sus múltiples—y enrevesados—actores regionales.

Al respecto, la investigación destaca dos particularidades del momento que abren nuevas vetas para los estudios sociales: el primero, la conformación de una suerte de frente antisomocista latinoamericano entre los gobiernos de México (José López Portillo), Costa Rica (Daniel Oduber Quirós), Panamá (Omar Torrijos), y Venezuela (Carlos Andrés Pérez). La diversidad de motivaciones de cada mandatario no fue impedimento para que la oposición a Somoza—desde el sandinismo hasta las facciones conservadoras—pudiera contar con apoyo diplomático, logístico, financiero y, en ocasiones, militar.

En segundo lugar, la inminencia de una guerra interamericana ante las tensiones regionales generadas por el avance sandinista en 1978-1979. La preocupación de los gobiernos militares de Centroamérica—Honduras, El Salvador y Guatemala—por el avance guerrillero en Nicaragua se vio secundada por sus pares del Cono Sur, así como por España e Israel. El compromiso antisomocista de los gobiernos panameño y venezolano llegó hasta el práctico despliegue de tropas, mientras que la tradicional política de no intervención mexicana —la llamada Doctrina Estrada—fue dejada de lado ante la disuasión directa de México sobre los militares guatemaltecos. Esta situación cuasi-bélica da cuenta del margen de maniobra de los gobiernos de la época y abre nuevas preguntas de investigación sobre el particular entramado diplomático de la región.

En resumen, La última revolución, la insurrección sandinista y la guerra fría interamericana es una lectura interesante tanto para legos como para estudiosos de la historia de América Central. A través de sus páginas es posible conocer de los acontecimientos que marcaron el desenlace revolucionario de 1979 así como la particular—y compleja—coyuntura regional que le dio sustento. Permite, además, la apertura de nuevas discusiones sobre las relaciones internacionales interamericanas en el contexto de la Guerra Fría global así como una visión contextual de la América Central contemporánea.


Camilo Serrano Corredor es candidato a doctor en Ciencia Política en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), México.

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