La crisis económica y política en Bolivia es un síntoma de la decadencia moral del partido Movimiento al Socialismo, que pone en cuestión sus otrora promesas y horizontes revolucionarios.
El 2 de junio los mexicanos votarán en las elecciones más violentas de la historia del país. El temor a represalias por parte de grupos criminales y la falta de una respuesta estatal eficaz debilitan el proceso democrático.