El ascenso y descenso de Barrio Adentro

Con el celebrado programa de salud de Hugo Chávez cada vez más en ruinas, la pandemia destaca la necesidad de renovarlo.

March 11, 2022

Un médico cubano quien trabajaba con Barrio Adentro en Gavidia, una comunidad andina en el estado de Mérida, 2004. (Franklin Reyes / J.Rebelde / CC BY 2.0)


Este artículo fue publicado originalmente en el ejemplar de primeravera 2022 del NACLA Report, nuestra revista trimestral.


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Barrio Adentro fue un pilar entre los programas sociales nacionales de la Venezuela bolivariana. Establecido por el gobierno de Hugo Chávez en 2003 para reparar las desigualdades sociales y revolucionar las experiencias de atención médica, el programa amplió de manera radical el acceso a la atención médica preventiva gratuita a través de miles de clínicas locales dirigidas por trabajadores de la salud venezolanos y cubanos. Barrio Adentro fue diferente de muchos programas gubernamentales de salud: se instaló en comunidades pobres, dependió de activistas de base para establecer y administrar las clínicas, sus médicos eran celebrados por su solidaridad con pacientes pobres y alentó a los venezolanos a seguir practicando el pluralismo médico a través de la combinación de métodos biomédicos y no biomédicos para el bienestar. Barrio Adentro se volvió tan popular e icónico como símbolo de cambio social positivo que los políticos de la oposición comenzaron a postularse con la promesa de expandir el programa.

En esta entrevista, el médico y experto en salud pública Oscar Feo habla sobre la salud y la atención médica en la Venezuela actual, a casi 20 años de la creación de Barrio Adentro. Con su liderazgo en este ámbito, Feo, profesor emérito de las ciencias de salud en la Universidad de Carabobo, ha dado forma a los esfuerzos de salud pública al nivel nacional y regional. Entre otras iniciativas, ha sido coordinador del subcomité de la salud para la Asamblea Nacional Constituyente que creó la Constitución del 1999. También se ha desempeñado como coordinador del programa Medicina Integral Comunitaria que capacita a médicos para trabajar con Barrio Adentro.

Con su experiencia directa con Barrio Adentro y su orientación hacia la medicina social, Feo tiene una perspectiva única sobre la historia, el legado y el futuro de Barrio Adentro en Venezuela. En América Latina, la medicina social es un enfoque bien establecido que aborda la salud y la atención médica desde una consideración de las fuerzas sociopolíticas y económicas como factores claves con respecto a la salud humana. Los defensores de la medicina social a menudo piden reformas de salud que aborden desigualdades sociales y que desvinculen la medicina de los intereses capitalistas. Nuestra conversación se llevó a cabo por correo electrónico y ha sido editada y resumida para mayor extensión y claridad.


Amy Cooper: ¿Puede describir la atención médica venezolana durante la década de 1990, en los años antes de la elección de Chávez como presidente?

Oscar Feo: En los 90 la atención médica estaba dominada por las políticas neoliberales. Era vista como una “mercancía”: la población se atendía según su condición social y capacidad de pago. Los sectores con recursos se atendían en clínicas privadas (compra de servicios) y el sector mayoritario, sin capacidad para recurrir al sector privado, iba a hospitales públicos que estaban bastante deteriorados. La atención en los barrios pobres era muy débil, con pocos sitios para consulta ambulatoria y grandísima exclusión social. La insatisfacción de la población era muy grande. 

AC: ¿Cómo cambió el sistema de salud durante la primera década del gobierno de Chávez, de 2000 a 2010?

OF: Con Chávez hubo cambios sustanciales y muy positivos. Se suspendieron las políticas neoliberales y se prohibieron los cobros en los hospitales públicos. Se aprobó una nueva constitución que reconoció el derecho a la salud y se comenzó a construir un sistema público nacional de salud (SPNS).

En el 2003 se creó Barrio Adentro que representó un gran éxito y permitió la inclusión en el sistema de salud de millones de personas que carecían de acceso a atención de salud en su propio territorio. La cooperación cubana fue el pilar fundamental de Barrio Adentro. Se crearon 6.000 consultorios populares y cientos de centros para el diagnóstico integral y rehabilitación y hubo una intensa participación popular. Pero Barrio Adentro se creó al margen y sin relación con el Ministerio de Salud, y bajo el comando de la Misión Médica Cubana. Eso generó algunos problemas importantes. En el 2007 se inició la formación masiva de médicos integrales comunitarios (MICs). Fue la época de oro de la salud. La gente estaba contenta con los cambios y la nueva situación.

AC: ¿Y cómo ha cambiado el sistema de salud durante los últimos diez años, desde aproximadamente 2010 hasta el presente? 

OF: En los últimos años Barrio Adentro se ha deteriorado mucho. Los consultorios populares y centros de diagnóstico integral siguen teniendo un papel importante en la atención médica a las comunidades, pero nunca como en sus primeros años. La calidad de la atención ha disminuido. La infraestructura se ha deteriorado. Muchos consultorios populares se han cerrado. Ya no hay dotación. Antes se daban los medicamentos gratuitamente, ahora el paciente debe llevar todo, hasta las inyectadoras. La calidad y la mística de los cooperantes cubanos ha disminuido. Muchos MICs han abandonado los consultorios populares para irse a los hospitales, otros han migrado.

Desde la perspectiva de la gente hay mucha frustración. Las comunidades sienten la ausencia de lo que fue Barrio Adentro en sus inicios.

Además, muchos de estos problemas tienen su origen a que ha habido mucha corrupción, muchos fondos destinados a Barrio Adentro, o a la construcción de hospitales y adquisición de medicinas desaparecieron, se los robaron. Hay varios ex ministros y altos funcionarios viviendo en el exterior donde disfrutan de cuantiosas riquezas.

"Barrio Adentro, revolución en la salud". Barrio Adentro, 2004. (DanielCon / CC BY-NC 2.0)

AC: Barrio Adentro se formó como un programa de salud y un proyecto político de la izquierda. El programa se centró en la construcción de consultorios en los barrios, en la formación de miembros de la comunidad como promotores de salud, y capacitando a profesionales médicos de comunidades históricamente marginadas. ¿Cómo ha influido Barrio Adentro la política de izquierda en Venezuela? 

OF: Barrio Adentro fue una política exitosa que produjo satisfacción en la población y trajo muchos beneficios políticos al gobierno. En esa época hubo muchas convocatorias públicas para cubrir cargos de médicos para zonas pobres y marginadas, pero nunca había médicos dispuestos a irse a esos lugares. Pero como le comenté, Barrio Adentro nació sin relación con el Ministerio de Salud y organizado por la Misión Médica Cubana. Eso hizo que se adoptara un modelo de atención muy “cubanizado” que no respondía a algunas necesidades muy particulares de la población. El programa no brindó apoyo por el parto, que quedó en los hospitals, y como resultado de los problemas de refrigeración en las clínicas locales, los servicios de inmunizaciones fueron pocos fiables. Ha habido intentos para integrar Barrio Adentro al Ministerio de Salud y resolver esos problemas, y algunas cosas se han logrado, pero aún es posible percibir en las áreas de salud integral comunitarias y los centros de diagnóstico integral la diferencia entre la dirección cubana y la venezolana.

En mi opinión Barrio Adentro fue un programa exitoso y tuvo un impacto positivo en la población. Pero sin dejar de reconocer sus aportes e importancia, no es el eje central de lo que recomendaría hacer a un gobierno de izquierda que esté iniciando.

AC: ¿Cuál cree que será el legado del programa Barrio Adentro para Venezuela y la región?

OF: Para Venezuela enorme, hay una generación que no la olvidará. Y la reconstrucción del SPNS —hoy en crisis— pasa por recuperar los miles de consultorios populares, centros de diagnóstico integral, salas de rehabilitación integral y sobre todo recuperar la mística inicial de Barrio Adentro. El legado de Barrio Adentro es de gran trascendencia para Venezuela.

Para América Latina Barrio Adentro es de menos importancia, nunca llegó a constituirse en un referente sólido de un “nuevo accionar en salud”, estaba demasiado “medicalizado” y centrado en los médicos y la enfermedad.

La mejor estrategia para mejorar la salud de la población es mejorar sus condiciones de vida y trabajo, entender la determinación social de la salud enfermedad. La política de salud de la izquierda tiene que poner en el centro la salud y la vida y el cuidado integral de la salud.

América Latina tiene que repensarse, desarrollar un proceso que permita romper con la colonialidad del saber y el hacer. No podemos seguir teniendo “gobiernos progresistas” que llegan con programas de izquierda y terminan aplicando políticas reformistas y en algunos casos neoliberales.

AC: ¿Qué opinas del futuro del programa Barrio Adentro?

OF: En un futuro próximo es necesario rescatar los rasgos más positivos de Barrio Adentro. El más importante es tener una potente red comunal de salud (antiguo primer nivel de atención) estrechamente vinculada a la comunidad y al territorio, que vea no solo la atención a la enfermedad, sino sobre todo la promoción de la salud. Ello implica “desmedicalizar” Barrio Adentro. Desmedicalizar no quiere decir quitar a los médicos, sino integrarlos realmente a la comunidad. El centro debe ser la salud, no la enfermedad. La meta debe ser pasar de la “atención primaria” al “cuidado integral de la salud''.

El futuro de Barrio Adentro está indisolublemente ligado al futuro del país. Es difícil saber qué va a suceder en los próximos años. Hay demasiada injerencia e intereses económicos y geopolíticos en juego. En el discurso oficial Barrio Adentro es el centro de la construcción del SPNS, pero su deterioro conspira contra ello. Es indispensable una seria y crítica evaluación de Barrio Adentro y de los MICs para extraer lecciones que permitan su relanzamiento para convertirlo en eje de un SPNS eficiente y de calidad.

AC: ¿Cómo ha sido la vida de los venezolanos durante la pandemia de coronavirus? 

OF: En Venezuela, como en el mundo, el impacto de la pandemia ha sido terrible. Pero comprender la respuesta de Venezuela ante la pandemia, implica comprender la existencia de un doble problema. Por un lado, el país se encuentra en guerra contra el imperio encabezado por los EE.UU, que ha impuesto sanciones y un bloqueo económico que afecta gravemente al pueblo, y origina dificultades y limitaciones para responder ante la pandemia. Pero, por otro lado, hay que reconocer también la existencia de un gobierno incapaz, con un discurso socialista y antiimperialista, pero una política autoritaria, intolerante a la crítica, entreguista al gran capital, que permite la corrupción, y ha creado una elite gobernante que disfruta enormes prebendas que lo distancian del pueblo que sufre los rigores del bloqueo. 

En más de 20 años de gobierno no se ha logrado consolidar un SPNS que resuelva los problemas de salud del pueblo. Por lo tanto, es necesario luchar contra el bloqueo, pero también contra las inadecuadas políticas de salud.

En el manejo de la pandemia, tanto Venezuela como el mundo, ha usado un enfoque clínico individual, centrado en el virus y la enfermedad, y en medidas de salud pública como vacunas, cuarentena, aislamiento, distanciamiento físico y uso de equipos de protección personal. Esas medidas son necesarias pero insuficientes. No ha habido un enfoque de la pandemia desde el pensamiento crítico en salud.

AC: En todo el mundo, la pandemia ha revelado los aspectos positivos y negativos de diferentes sistemas de salud. ¿Qué revela la pandemia sobre el sistema de salud en Venezuela? 

OF: La pandemia ha demostrado la incapacidad de los sistemas de salud de mercado para hacer frente a los problemas colectivos de salud. En Venezuela, en comparación con otros países de América Latina, pareciera que tenemos un panorama menos dramático. Sin embargo, las cifras oficiales no representan la realidad; reflejan la crisis del sistema de salud y su poca capacidad para el diagnóstico y registro de la enfermedad. No hay laboratorios ni insumos suficientes para hacer pruebas diagnósticas. No se testea a los contactos, por lo tanto, dejan de diagnosticarse muchísimos casos. Si tuviésemos mayor capacidad para hacer pruebas, tendríamos más casos. Sabemos que ha habido miles de casos y muertes que nunca aparecieron en las cifras oficiales.

En relación a la vacunación existe un gran retraso y desorden en su aplicación. Venezuela ha sido uno de los países más atrasados en la vacunación. Por supuesto, el bloqueo ha dificultado la adquisición de los insumos necesarios, entre ellos vacunas. En resumen, la pandemia reveló el deterioro del SPNS, demostró que no hay un sistema de salud eficiente y de calidad.

AC: ¿Te gustaría añadir unas observaciones finales?

OF: Hoy América Latina y la izquierda tenemos que reflexionar con mucha autocrítica. Tenemos que repensarnos, dejar de ver al norte, y construir nuestras propias epistemologías del sur.

Es urgente una nueva forma de ver, entender y hacer salud, que parta de reconocer que en el capitalismo la salud es vista como una mercancía y un espacio de lucro y ganancia. Además, es indispensable reconocer que la mayor amenaza a la vida y a salud es el deterioro del ambiente y su expresión más conocida: el cambio climático.  

Necesitamos un nuevo modelo de relacionamiento entre los países y un nuevo modelo de integración regional, que permita acercarnos a construir soberanía sanitaria. Es necesaria una nueva forma de vivir, producir, consumir y relacionarnos, que recupere la armonía con la naturaleza y la solidaridad entre los seres humanos. Tenemos que salvar al planeta del capitalismo que nos destruye.


Amy Cooper es antropóloga médica y autora del libro State of Health: Pleasure and Politics in Venezuelan Health Care under Chávez (University of California Press, 2019). Es profesora asociada en la Facultad de Sociología y Antropología de la Universidad de Saint Louis.

Oscar Feo es un médico venezolano, profesor emérito de ciencias de la salud en la Universidad de Carabobo y ex coordinador de Medicina Integral Comunitaria (MIC), un programa gubernamental que capacita a médicos comunitarios para trabajar con Barrio Adentro.

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