Para un investigador y miembro del movimiento ambiental colombiano, enfrentar la crisis climática —y las falsas soluciones propuestas para abordarla— implica transformar la sociedad tal y como la conocemos.
Protegiendo los proyectos extractivos en los territorios rurales y habilitando el control de los paramilitares en las zonas urbanas, el poder militar facilita la acumulación por desposesión.
Retos de gobernabilidad complejos se convergen en la Amazonia colombiana. Defender los ecosistemas y los pueblos que los habiten tiene que ser parte del proceso de paz con grupos armados.
Durante el gobierno de Bolsonaro, los criminenes ambientales y el autoritarianismo se incrementaron. Hoy, defender la la floresta también implica rescatar el estado de derecho brasileno.