A pesar de la continua criminalización y persecución racista de la tradición africana, desde la criminalización del vudú hasta las restricciones contra el gagá, la cultura afrodominicana persiste.
Luis Abinader ha transmitido un imagén de moderación, pero sus políticias en contra de las personas negras y migrantes ponen en evidencia una agenda de ultra derecha.
Las nuevas expresiones de violencia ultranacionalista que censuran a las mujeres negras y a los migrantes evocan a la dictadura. Cualquier persona considerada una amenaza para los valores dominicanos es un objetivo potencial.
En República Dominicana, las políticas hacia haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana guardan ominosos paralelismos con el apartheid israelí contra el pueblo palestino.